Catalejo

Yo no voy a ir a votar

Desde que cumplí 18 años esta es la primera votación a la cual no voy a asistir, a pesar de que la propaganda nos dice que hay que ir a votar por Guatemala y si uno no lo hace tácitamente implica que el país a uno no le importa, pues precisamente porque me importa y lo quiero es que no voy a ir a darle el voto a ninguno de estos dos candidatos ya que ambos me parecen una soberana porquería y pienso que ninguno de los dos hará nada bueno por este país.

Hay quienes argumentan que como estamos en esta encrucijada, votemos por el menos peor, ¿Pero cuál es el menos peor? Antes de la primera vuelta Manuel Baldizón se había perfilado como un demagogo y lo es, no tenía mayor tacha, pero inmediatamente pasó la primera vuelta y al resultar finalista lo convirtieron en el engendro de Sandra Torres, si Sandra Torres es el demonio, Baldizón es uno de sus hijos, y como días después al realizar las alianzas con la mayoría de partidos, también está la UNE, entonces no quedaba duda, es más, él ahora es Sandra. Entonces no nos queda otro remedio que votar por el General y empecé a escuchar que había que ser inteligentes y votar por Otto Pérez, que ojalá que la gente pensara, que no fuera ignorante y le dé su voto a Otto Pérez Molina. Puchica, ahora resulta que ser inteligente, pensar y no ser ignorante es votar por mano dura, pues prefiero ser tonto, ignorante e idiota pero yo jamás le daría mi voto a él, es más para mí nunca fue, ni en la primera vuelta ni nunca una opción, jamás votaría para Presidente de mi país por alguien que perteneció y dirigió la G2. Como tampoco se lo daría al otro a quien vislumbro muy similar a Portillo, por quien felizmente jamás voté.

La clase política de Guatemala es una vergüenza, me da risa que los dos hablan de votar por el cambio y por el futuro y ambos tienen entre sus filas unas alhajas que no nos hacen pensar en ningún cambio y sí en futuro que irá de sombrío a negro. Hubo quienes en algún momento se perfilaron como una alternativa por ser políticos nuevos, como Harold Caballeros quien habló que nos debería gobernar gente con valores, pero vaya sorpresa las que nos llevamos que inmediatamente después de la primera vuelta ya se había aliado con el General y el Patriota dónde hay muchos que son sin valores y hasta le iba a acompañar haciendo proselitismo, que gran desilusión, pero cavó su tumba porque no creo que en un futuro quede de Presidente, decepcionó a muchos, principalmente a sus fieles a quienes les dijo que Dios le había hablado para que fuera Presidente de Guatemala. Eso está como lo del Dipukid de CREO de 19 años, que en su Facebook ponía “Yo por Otto mi huevo si voto” y luego decidió darle su apoyo, aún así en las campañas nos vendían publicidad de que había que llevar gente joven al Congreso, cómo que sólo por el hecho de ser joven eso iba a significar que fuera a ser competente. Y qué decir de todo el resto de partidos que se unió con Baldizón, está claro que en la política hay que negociar y qué bonito fuera que esta cruzada de Baldizón que supo negociar muy bien para lograr el apoyo de tantos, fuera para que todos los políticos se unieran en aras de sacar adelante a Guatemala, pero tristemente se ve que la única razón por la que se aliaron fue para conseguir un puestecito porque está visto que algunos de ellos por votos jamás llegaran a ocupar ningún cargo. Me revienta también y me da cólera esa danza de dólares gastados en campaña, es una infamia que se gasten todo ese dinero cuando en este país hay hambre, pero claro los dueños del país y los narcos, necesitan asegurar que sus negocios no decaigan en un futuro gobierno y financian campañas millonarias para asegurarse el beneficio de contratos y demás y/o para que las políticas del nuevo gobierno no afecten sus intereses. El pueblo que siga llevando riata, total así ha sido siempre y está acostumbrado. Urge reformar la ley electoral y de partidos políticos porque así como funciona, sólo los que negocian con los financistas tienen alguna posibilidad de quedar y entonces resulta como ahora que estamos ante esta gran opción para elegir un nuevo presidente, donde realmente perdemos todos, pero más que reformar la ley nos urgen políticos honestos. Como puse cuando coloqué esta imagen en las redes sociales: “Si la opción es elegir entre mierda1 o mierda2, yo honestamente prefiero ni mierda.”

Otra frase que ha sonado desde que el TSE convocó a elecciones es que no dejemos que otros decidan por mí, yo en esta oportunidad con mucho gusto dejo que otros decidan por mí, he tenido por ejemplo, sentimientos frustrantes como el hecho de haber contribuido en llevar a Serrano Elías a la Presidencia dándole mi voto, de lo cual me arrepiento profundamente, por mencionar uno porque han sido varios, por lo cual ahora no quiero compartir esa culpa, objetivamente pienso que ninguno de estos dos candidatos va a hacer algo positivo para el país entonces ¿Por qué avalarlos con mi voto? En esta ocasión quiero ejercer mi derecho de disentir, de no estar de acuerdo y de no ir a votar.

Pero como se vale soñar, con cualquiera de los dos quede, desearía estar rotundamente equivocado y que sí, alguno de ellos haga algo positivo por Guatemala, que cumplan alguna de las miles de promesas que han hecho y que sea principalmente algo que provea de bienestar a la mayoría, principalmente a los eternamente olvidados, esos que sólo son recordados por los candidatos cada cuatro años para pedirles el voto y tomarse fotos con ellos, esos que presidentes van, presidentes vienen y siguen por los siglos de los siglos sumidos en la miseria.

Fuente: Catalejo

Translate »