El recién pasado 1 de julio el Club Social y Deportivo Municipal anunció en un comunicado oficial que la relación contractual con Carlos Humberto Ruiz Gutierrez, el famoso Pescadito había llegado a su fin argumentando, que la no presencia del delantero a las reuniones establecidas para platicar sobre su continuidad, desmostraba su falta de interés y por tal razón decidieron no renovar su contrato que había concluído el 30 de junio.
Terminó así de una forma muy abrupta y fría una incorporación que en febrero de 2014 el Club Municipal anunció con bombos y platillos como la solución a la falta de conquista de torneos por parte del equipo rojo, confiaban que con el Pescadito como caudillo la escuadra roja lograría conseguir los anhelados campeonatos, algo que nunca sucedió a pesar de haber llegado a disputar las tres finales consecutivas, de las tres últimas temporadas de la liga nacional.
Es cierto que el Pescadito prometió campeonatos, pero también es cierto que en los 60 partidos que participó anotó 36 goles una cifra nada despreciable, lo que indica que el ariete nacional cumplió con su parte, pero la directiva y el club deben saber que este no es un deporte individual y se necesita la consecución de todos, la misma directiva, el cuerpo técnico y los jugadores para ganar campeonatos algo que Municipal no ha logrado amalgamar y aunque ha estado cerca no lo ha conseguido. Ni la llegada de Ruiz, ni la contratación de su técnico más ganador, el argentino Enzo Trossero, el estratega que los llevó al famoso Pentacampeonato, su logro más importante; algo que ahora sólo queda en las estadísticas porque su archirival Comunicaciones ya lo superó, han podido lograr su única meta, ganar campeonatos.
La junta directiva, bueno, la familia Villa, que son los dueños de Municipal no han encontrado el camino que los lleve por la ruta ganadora, se han esforzado, han cambiado técnicos, cambiado jugadores, preparadores físicos, pero no, no encuentran conformar ese equipo ganador, de hecho llama la atención que referentes como el Loco Rodriguez, prefirieron salir y recientemente el muy buen defensa José Carlos Pinto también, el Pescadito, si no le interesó ir a platicar de la renovación es porque tampoco la quería, lo cual definitivamente llama la atención porque por alguna razón que quizá sea la misma del fracaso futbolístico, los jugadores ya no quieren permanecer en el mimado de la afición, algo pasa que no está bien, quizá saneando esto logren la senda del triunfo, aunque la tienen dificil porque Comunicaciones por el contrario parece tener el engranaje perfecto para seguir cosechando títulos y tiene una ventaja el dueño del equipo, es el dueño del monopolio de la televisión abierta y tiene bastante más poder adquisitivo y muchos jugadores que Municipal ha pretendido han sido fácilmente adquiridos por su rival, económicamente no tienen la misma capacidad de compra y quizá se refleja así, sólo les alcanza para un equipo subcampeón, pero bien sabemos que en el futbol actual eso no sirve de nada, ser subcampeón o ser último es algo que nadie recuerda y para nada sirve.
Aparte Municipal también ha sufrido paradójicamente con su afición más fiel pero al mismo tiempo su más adversa, su barra brava, que tiene un exitóso programa radial que es el modus vivendi de sus directores, pero que en 2014 sufrieron la detención de su máximo dirigente quien fue acusado primero por homicidio y luego juzgado y condenado por incitación a la violencia, acción que costó la vida de un aficionado de Comunicaciones y que causo la pérdida de patrocinadores del Club. Hay una verdadera guerra entre los dueños y los de la porra, que no ha beneficiado a nadie, incluso la porra en su programa han pasado de adorar a Enzo Trossero y al Pescadito Ruiz y a otros jugadores a convertirse en sus más acérrimos detractores, según ellos para rescatar a Municipal; y ahora incluso tienen un apoyo total al Alcalde Arzú porque ilusamente piensan que el equipo debería volver a la Municipalidad algo que no va a pasar, el euipo lo compraron los Villa y es de ellos, la verdad es que el romanticismo de que los equipos de futbol sean como antaño dónde pertenecían a instituciones o las alcaldías de los municipios, es el pasado, era muy bonito pera ya no se va a dar, ahora son empresas con el afán de ganar campeonatos para ser rentables, el futbol actual es un negocio.
Y pudiera ser que como una historia de humor negro el Pescadito terminé su carrera, si en Guatemala pero vistiendo el color blanco de Comunicaciones, algo que se rumora fuertemente en el ambiente futbolístico nacional.