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El futbol y la impunidad en Guatemala

aficionados xelaju Las cuartos de final del futbol guatemalteco nos dieron una clara muestra de uno de los males que más daño está causando a nuestro país y este es la impunidad. En el encuentro jugado entre Xelajú MC y Comunicaciones en el estadio Mario Camposeco en Xela, el equipo crema logró una clara victoria sobre el equipo chivo por marcador de 2-1, cuando los jugadores estaban dando declaraciones a la prensa al concluir el partido, resultó que una turba de aficionados del Xelajú ingresaron a la gramilla con intenciones de agredir a los jugadores del equipo contrario que aún permanecían en la cancha y claramente se observo por televisión como perseguían a Dwight Pezzarossi, el Moyo Contreras y Bryan Ordoñez, lanzándoles piedras y palos, golpeándoles, afortunadamente alguien les abrió la puerta para que ingresaran al graderío y allí lograron ponerse en menor riesgo porque aún les seguían lanzando objetos. La seguridad del estadio ya se había retirado, pero los llamaron y cuando llegaron finalmente pudieron conducir de forma segura a los jugadores a los vestidores.

El espectáculo en la televisión fue bochornoso y deplorable y cómo quezalteco me dio mucha vergüenza lo acontecido, orgullosamente decimos que somos la ciudad de la cultura o que en nuestra tierra la cultura es peste, pero estos malos aficionados y malos quezaltecos dan una muy mala imagen que lamentablemente se generaliza, para mí estas personas no son más que unos delincuentes.

Al ver esta situación uno piensa que la cancha por culpa de estos malos aficionados va recibir una sanción de peso y que los autores que pertenecen a la porra Sexto Estado como quedaron grabados en vídeo deberían ser ubicados y levantarles cargos en los tribunales para penalizarlos porque realmente sus actos fueron deleznables.
aficionados superchivos La liga de futbol analizó el caso e impuso una sanción económica de Q 75,000.00 y una suspensión de cuatro partidos para el Estadio Mario Camposeco, lo cual me parecía que era una sanción adecuada como para que la dirigencia del Xelajú pusiera las barbas en remojo en cuanto a velar por la seguridad de los equipos que juegan de visita, ya que fue evidente que tuvieron grandes descuidos y omisiones en este rubro por lo que se dio la grave situación que se vivió, alguien permitió que estos pseudo aficionados invadieran la cancha y realizaran sus insanos propósitos, incluso a quién se le ocurre autorizar que la seguridad se retire habiendo aún jugadores dentro de la misma. Algo lamentable también en este caso, fueron las declaraciones del Presidente del Club Xelajú MC que aunque pidió disculpas al Club y aficionados de Comunicaciones, del Xelajú y de la liga de futbol, insinuó que estas terribles acciones eran resultado de provocaciones que recibieron los aficionados lo cual además de torpe es indigno para el máximo dirigente del Club, si este es el pensamiento del Presidente que se puede esperar de los aficionados delincuentes. Además, repito, el papel de la directiva quedo muy mal vista y llama a la duda porque uno se pregunta ¿De dónde salieron las piedras que les arrojaban a los jugadores? ¿Dejan entrar aficionados con piedras al estadio? ¿Por qué se había retirado la seguridad? ¿Quién abrió la puerta, evidentemente tenía llaves, y permitió el acceso a la gramilla de los vándalos?

Cómo en todas las instancias donde se aplican leyes, normas o reglamentos, existe el derecho de apelación y el Club Xelajú MC con apoyo en ese derecho apeló las sanciones que les fueron impuestas y cuál sería la sorpresa que el Organismo Disciplinario de la liga de futbol ante la apelación modificó la sanción y les bajó de Q 75,000.00 a Q 20,000.00 y de cuatro a dos partidos la suspensión de la cancha y lo justificaron porque el Club Xelajú había colaborado proporcionando nombres de los delincuentes, aunque estos además de delincuentes habían sido cobardes porque varios de ellos actuaron con la cara tapada.

Honestamente me da pena ver como en el país, hasta en el futbol hay impunidad, cualquiera que vio lo sucedido y con dos dedos de frente sabe que si algunos de los jugadores cremas se hubiera caído hubiera sufrido lesiones graves de manos de esta turba enardecida, afortunadamente no sucedió, pero eso no implica que el castigo debió ser ejemplar y no fue así, como podemos esperar que se erradiquen estos males si nunca se sienta un precedente, si siempre se tranza y al final las sanciones resultan ridículas si las hay, así no se compone nada y mientras la impunidad reine en todas nuestras esferas la gente seguirá delinquiendo porque ya saben que no va a pasar nada. ¿Qué castigo recibirán estos delincuentes? ¿Por lo menos se les prohibirá el acceso al estadio Mario Camposeco de por vida o por una buena cantidad de años? ¿O en el mes de agosto ya estarán “apoyando” nuevamente al equipo de sus amores en el nuevo torneo? Si los dirigentes del club tuvieran un poco de pena y conciencia deberían sancionar a los vándalos para que no ingresen al estadio por lo menos, porque será difícil esperar que haya alguna acción para llevarlos a los tribunales. Pero por las declaraciones del Presidente del Club la esperanza que esto suceda es nula. Como quezalteco espero y exijo que esto ya no pase de nuevo en nuestro estadio, los chivos deberíamos ser ejemplo de comportamiento adecuado y civilizado en el estadio para hacer honor a la cultura que presumimos.

El peso de la ley debe caer sobres las personas que la transgreden, mientras eso no suceda en nuestro país seguiremos viviendo como en la selva y estaremos siempre expuestos a las acciones de los delincuentes como ocurrió en el Estadio. Los guatemaltecos, todos, debemos exigir un alto a la impunidad porque ya no queremos esto ni en el futbol ni en nuestro diario vivir.


Imágenes de Prensa Libre.

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