Hombres de buena voluntad
Termina el 2014, termina diciembre, ésta época en la que deseamos amor y paz aunque cuándo vayamos manejando sigamos siendo incapaces de ceder el paso a otro carro o de darle unos centavos a ese niño, anciano o discapacitado que nos pide una ayuda en el semáforo aunque nosotros vengamos cargados de regalos, comidas y bebidas. Algo nos pasa a los seres humanos que por un lado decimos que esta época saca lo mejor de nosotros, pero por otro seguimos siendo exactamente los mismos y quizá ni siquiera lleguemos a medio buenos, ni siquiera a correctos, mucho menos a respetuosos con los demás, algo elemental para la buena convivencia humana.
Por estas fechas, todos los años se escucha mucho la frase “Paz en la tierra a los hombres de buena voluntad” y eso es precisamente lo que nos falta, voluntad, voluntad para cambiar, para hacer, para mejorar, para aportar, para respetar, para compartir, para tolerar, voluntad para hacer de este mundo un mejor lugar y no sólo para unos pocos, sino para todos.
Pero el 17 de diciembre dos hombres nos sorprendieron, después de ser enemigos acérrimos, después de 54 años de confrontación, después de 54 años que el país más poderoso de la tierra, cercó, bloqueó y trató por todos los medios a su alcance de asfixiar al gobierno y al pueblo de su pequeña isla vecina y después que este diminuto país resistiera y aguantara de manera estoica e infranqueable, éstos dos hombres de buena voluntad, Raúl Castro y Barack Obama hicieron lo que parecía imposible, se acercaron, dialogaron, hicieron consenso y aún con todas sus diferencias se pusieron de acuerdo para restablecer relaciones diplomáticas, como bien lo dijera Raúl: “Debemos aprender el arte de convivir, de forma civilizada, con nuestras diferencias” y eso fue lo que hicieron. También es digno de encomio que el Presidente Obama fuera claro en señalar “el aislamiento no funcionó” entonces hay que hacer cosas diferentes para obtener otros resultados, y lo hicieron. Considero que el acercamiento de Estados Unidos y Cuba es una gran lección de buena voluntad para la humanidad y seguramente será un paradigma y un ejemplo a seguir para todas las naciones que tienen conflicto con sus vecinos para terminar con esas eternas rivalidades que no conducen a ningún lado y en el plano personal para reconciliarnos con nuestros padres, nuestros hermanos, nuestros hijos, nuestros vecinos, nuestros amigos, nuestros compañeros de trabajo, con todas aquellas personas que tengamos diferencias, el 17 de diciembre de 2014 pasará a la historia como el día que grandes enemigos demostraron al mundo que con buena voluntad si se puede conseguir la paz.