Cristina Siekavizza y el terror de dormir con el enemigo…un año después
El caso de Cristina Siekavizza siempre me conmovió y por eso en su momento escribí un post con mi pensar y sentir en relación a esta historia, hoy que estamos a 3 días que se cumple un año de su desaparición y que el caso sigue sin resolverse es preciso hacerlo de nuevo.
El caso de Cristina Siekavizza es el ejemplo vivo de hasta dónde puede llegar el maltrato familiar, hasta donde las mujeres son víctimas del machismo y la violencia intrafamiliar y es un caso icónico porque toda la vida hemos sabido tristemente que en las clases sociales bajas, en el área rural y población mayormente indígena, se da mucho este tipo de violencia en que el marido sopapea a la mujer hasta decir ya no, para luego incluso tener relaciones sexuales con ellas y la pobre mujer soporta este tipo de vejámenes con resignación porque no tienen ninguna opción para librarse de este flagelo, ya que además por su misma condición carecen de la elemental instrucción debido a la marginalidad y exclusión que se sufre en este país . Entonces es curioso que una mujer como Cristina Siekavizza, de clase alta, con una educación esmerada, muy querida por su familia y por su círculo de amistades, con educación superior, siendo graduada de Administración de Empresas con especialidad en Finanzas de la Universidad Francisco Marroquín, haya sido víctima también de violencia intrafamiliar, y es más, que en su extremo la llevo a la muerte. Queda claro entonces, que este problema tristemente no discrimina en cuanto a condición social y educativa, es un mal endémico de nuestra sociedad.
Cristina
A casi un año de su desaparición, la esperanza que aparezca viva es una quimera, análisis forenses demostraron que se encontraron restos de su sangre en la habitación de su casa dónde se cometió el homicidio y sus mismos padres hace rato que sólo tienen la esperanza de encontrar su cadáver, el Ministerio Público hace pesquisas exclusivamente en busca de sus restos, la Asociación Sobrevivientes y Voces por Cristina claman junto con sus progenitores porque así sea y darle cristiana sepultura.
La historia de Cristina Siekavizza es una auténtica tragedia, es difícil saber y especular como fue su vida previa al día de marras, pero es evidente que su sufrimiento empezó mucho antes y que soportó en silencio ser una víctima de la violencia intrafamiliar, silencio que al final acabó con su vida, pero precisamente su muerte ahora la convirtió en una voz, en un grito, en un estandarte en la lucha por la erradicación de la violencia intrafamiliar y el femicidio. Las mujeres ya no deben callar, deben alzar su voz y denunciar, que el peso de la ley caiga sobre estos abusadores y criminales. La historia de Cristina es la historia del terror de dormir con el enemigo, un enemigo que puede llegar a matar. Las mujeres que viven este drama abran bien sus ojos, véanse en ese espejo y no permitan terminar igual.
Los Padres de Cristina
Otras víctimas, no sólo les ha tocado vivir el sufrimiento de la desaparición de su hija, luego saber que está muerta y que el asesino fue su marido, sino además la desaparición de sus nietos. No han tenido el consuelo de poder enterrar a su hija, que a pesar de las infaustas circunstancias sería un alivio para ellos, sino que además viven con la angustia de saber que sus nietos también están desaparecidos, pero también es su esperanza y su lucha. Realmente es admirable la entereza y decisión de los esposos Siekavizza Molina, que no han desmayado en el intento de lograr justicia para su hija, de encontrar su cuerpo y de recuperar a sus nietos. Realmente son admirables y deseo de corazón que logren sus loables objetivos y que cuando estos sean realidad, logren la paz y tranquilidad en sus vidas, se la merecen. Su recompensa de esta tragedia será el poder criar y educar a sus nietos, esos angelitos van a redimirlos de tanto dolor.
Los Señores Barreda De León
En mi post anterior les otorgaba el beneficio de encubrir a su hijo Roberto, por el hecho de ser padres, aunque su hijo sea un asesino ellos tenían y tienen el derecho de encubrirlo y protegerlo, es entendible, pero en su lucha también se convirtieron en víctimas y victimarios. Victimas porque a pesar que su madre Beatriz Ofelia De León de Barreda, ha indicado que “intuye” que su hijo es inocente y lo ha mantenido, eso le ha implicado el estar presa desde el 20 de octubre de 2011, hace más de ocho meses y seguramente continuará en esa situación hasta que aparezca su hijo, por consiguiente la separación de su esposo Roberto Barreda Valenzuela (De perfil muy bajo en toda esta historia). Además que ellos y otros miembros de su familia tienen embargadas sus cuentas, para evitar ayuda económica a Roberto Barreda.
Pero también son victimarios, porque encubriendo al hijo permitieron que este se llevara a los niños, que al final junto con Cristina son las víctimas principales de esta historia. Las circunstancias que viven los señores Barreda De León y su familia, no son nada comparadas con las que vivieron y viven, Cristina, sus hijos y la familia de Cristina. Y si se les comprueba el delito de obstrucción a la justicia, bien merecido tienen el pagar por ello, porque en aras de proteger a su hijo, le están causando un severo daño a los niños y eso llora sangre, aunque la Licenciada de De León fríamente declaro en su momento “Con respecto a sus nietos, la entrevistada aseguró que los están “estigmatizando” y llenando de mentiras para que tengan odio en contra de su padre”.
Roberto Barreda de León
Realmente hablar de este personaje provoca asco y desprecio, no sólo fue el maldito que acabó con la vida de su esposa, sino además de privar a sus hijos de su madre. Los privo de su vida como ellos la conocían y los mantiene así. Fue el rey del cinismo, porque aparte de montar un escenario para hacer ver su crimen como un secuestro para ganar tiempo, tuvo el descaro de participar en la primera marcha “pidiendo justicia para esclarecer la desaparición de Cristina”. Además de ruin, es cobarde, no sólo por el hecho primero de pegarle a su mujer, sino también porque luego huyó del país para no enfrentar su delito y encima miserable porque en su huida se llevo a sus hijos.
La verdad, este tipejo es una verdadera escoria y ojalá que el brazo de la ley lo alcance para pagar por su crimen y viva muchos años para que se pudra en una oscura mazmorra que es lo que merece.
Los niños, Roberto José y Maríamercedes
Dos inocentes criaturas que no merecían el destino al que están siendo sometidos, su madre asesinada, su padre un asesino y ellos viviendo con él. Arrancados de su vida y su entorno por su padre, sin el cariño, cuidado y protección de su madre, algo que ya nunca tendrán, pasando sus cumpleaños y navidades lejos de su familia, su vida como la conocían cambiada totalmente.
Tengo la esperanza que por su pequeña edad no comprendan que pasó y ¿Porqué su vida cambió tanto? y que la recuperación por parte de sus abuelos sea pronta, para que el daño emocional que sufran sea el menor, aunque indudablemente necesitaran mucho amor y cuidados y ayuda psicológica. Porque por muchas mentiras que les cuente su padre como excusa para habérselos llevado, ellos desde hace un año no ven a su madre y ese sufrimiento ya lo padecen y esa ausencia la tendrán por el resto de sus vidas.
Mi deseo mayor es que pronto sean rescatados y se los entreguen a sus abuelos maternos y comiencen un proceso de sanación y restauración, una nueva vida junto a sus abuelos llena de amor y cuidados, de paz y tranquilidad.
La Justicia
No cabe duda que la justicia guatemalteca tiene una gran deuda con Cristina Siekavizza, sus hijos y su familia y todas las víctimas de violencia familiar y femicidio, y si en algún momento se vio entorpecida para actuar como debió por el tráfico de influencias que hubo, deben agotar todo su esfuerzo, todos sus recursos y todas las instancias para aprehender al culpable y castigarlo y sentar un precedente en este país. Estamos hartos de la impunidad y todas las mujeres que como Cristina han sido víctimas claman por Justicia, ojalá que esta llegue pronto, para ella y para todas.